Sacudida…
No cabe la menor duda, que en los momentos en donde no pasa NADA en nuestras vidas, el de arriba nos da tremenda sacudida y nos dice que, el que no pase NADA no te hace desdichado sino AFORTUNADO. Hoy solo puedo decir GRACIAS…
De nueva cuenta, toda la semana pasada se tradujo en trabajo y más trabajo, por eso mi falta de post (ahí disculparán). Para los que no saben, estoy en medio de un arduo trabajo que debo finalizar el día 30 de marzo, precisamente antes de salir de vacaciones, y que me trae vuelta loca, y que es uno de los trabajos más importantes del año para la institución a la que trabajo. Estrés, corajes, presiones, diferencias, desgaste físico y emocional, y litros y litros de tolerancia y paciencia, son producto del informe anual de nuestro señor rector. Entonces ya se imaginarán el nivel de estrés en la que me encuentro, y súmenle que soy un persona extremadamente perfeccionista y, que aunque quiera que me valga madres todo y dejarlo todo en manos de los demás, simplemente no puedo dejar de preocuparme que todo salga como quiero: a tiempo y con la máxima calidad. Así transcurrió toda la semana hasta el viernes pasado.
Me encontraba trazando una de las tantas “inches” grafiquitas que les encanta poner en esos tipos de informes, que disque para facilitar la comprensión de la información y que en lugar de eso, nos confunden más. Idiotizadamente concentrada, recibí una llamada de una amiga de años:
- … eres Karla? Oí una voz rasposona inconfundible.
- Sí soy yo, qué onda Gaby, que paso?
- Te llamo para darte una mala noticia...
De inmediato, sentí una sacudida que rompió de tajo mi concentración laboral.
- Falleció la hija de Estelita…
Vaya que me costó por algunos segundos digerir lo que me estaba diciendo mi amiga… Tardé en reaccionar, sin poder creer qué era exactamente lo que me estaba diciendo. La beba de 2 años de edad (niña especial), hija única de una de mis mejores amigas de toda la vida, con la que compartí los primeros años de colegio, había fallecido.
No saben cuánto es que me impactó la noticia. Detuve mi trabajo, cerré mi computadora, tomé mi bolsa y simplemente salí de mi oficina. Me dirigí con la mente en shock, rumbo a la iglesia donde oficiarían la misa en honor a la pequeña. Mientras me dirigía al lugar, pensaba en lo injusta que puede ser la vida y en el sufrimiento que seguramente estaba pasando mi amiga.
No les contaré más, solo que ya no pude regresar a la oficina ese día. Llegué a casa, aun shockeada, me recosté sobre mi cama y llorando, solo fue que dije: Gracias por lo AFORTUNADA que soy, al estar VIVA…
Pd1. Cada uno de nosotros, hacemos de nuestros problemas tan grandes y pesados como uno quiere.
Pd2. Este post está dedicado a Mariana Rodríguez Tapia (q.p.d) y a la fortaleza de padres que tuvo y que tiene. Amiga, estoy contigo ayer, hoy y siempre…
Pd3. GRACIAS por tremenda lección de vida!!!
Besos
La mustia
4 Comments:
Un abrazo Karla! (es lo unico que puedo decir despues de leer tu post)
GRACIAS AMIGOCHA, PERO ESTOY BIEN.
LA LECCIÓN FUE FUERTE, PERO MUY ESPERANZADORA.
TE MANDO BESITOS MUSTIOS. SALUDOS A TODOS POR AQUELLAS TIERRAS REGIAS
La mustia
Todo tiene una explicación aunque no nos guste, tal vez esto puede ser duro al momento, pero siempre la paz nos ayudara a sentirnos un poquito mejor, un abrazoT
mi mustia querida a veces cuando tienes un hijo te da un miedo horrible, por que lo llegas a quiere tanto, y mas de una ves se le llega a pedir a dios que si te dio esa oportunidad no te la quite.
De verdad lo siento mucho por tu amiga . :( que triste
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