Santos y sacrificados rituales
Queridos mustios y mis adoradas mustias. Heme aquí empuñando de nuevo la pluma, después de un tranquilo y ocioso fin de semana. Me encontraba apaciblemente sola en casa; sin órdenes, sin ruido, ni gritos…
Qué delicia es disfrutar de total silencio!!!
Adueñándome del televisor y del control de canales, me dispuse a gozar, cómodamente y literalmente “echada como res”, de algún programa interesante. Decepcionada por no encontrar nada que valiera la pena, me detuve en uno de esos famosos programas sobre cirugías plásticas, a lo que me llevó a escribir sobre todos aquellos rituales de belleza que hacemos nosotras las mujeres, con el único objetivo de llamar su atención queridos y ciegos mustios.
Queridos mustios míos…, sí ustedes, en cada cita le reprochan a la dueña de sus noche húmedas, el porqué es que se tarda tanto tiempo en arreglarseeee…, los invito pues, a que sigas leyendo este blog y entiendas, de una vez por todas, que el proceso de embellecimiento de la mustia que llevarás hoy al cine, tiene como fin último, la estúpida esperanza de escucharte decir “qué linda te ves hoy, mi amor". Listos?
Tortura No. 1 “La ducha”
Proceso mecánico que implica un shampoo especial para el tipo de cabello de la mustia en turno: shampoo para cabello con rizos, lacio, ondulado, maltratado, teñido, con mechas o sin ellas, etc, etc… Continuamos con el acondicionador, que al igual que el shampoo, hay gran variedad. Proseguimos con la enjabonda con jabón perfumado, jabón neutro (o sea sin aroma), el cremoso, el reafirmante y el exfoliante… y le podría seguir, pero me detengo aquí para dar paso a nuestra segunda dolorosa tortura.
Tortura No. 2 “La depilada” (adiós pelos)
Antes de tomar la ducha, te desvistes y ohhh mi dios, te das cuenta de que Tiziano Ferro debió de haberte visto sin pantalones, para asegurar que las mexicanas somos unos viles changos (por peludas, claro está!!!) y de pronto, asumes que el italianito, no estaba tan equivocado y pones manos a la obra.
Preparas entonces la cera poniéndola a calentar, ohhh sí mustios míos, éste sí que es una caliente y dolorosa tortura!!!! Cuidadosamente se unta la cera sobre el área a depilar, se deja enfriar por unos segundos, se respira hondo, y con muchos cojones que ya quisieran muchos de ustedes, se tira con fuerza la cera y…. aaaayyyyyyy, adiós pelossss!!!!
Qué si duele?... de a madres que duele!!! Imagínense este proceso casi masoquista, en axilas, piernas, bigote, cejas y en la zona más sexy y que por supuesto les encanta, el área del bikini… ¿Gustan una depiladitaaaa?
Tortura No. 3 “Elegir la lencería”
Podrán decir que qué tiene de tortura el elegir qué calzones ponerte… pero lo es, mis ignorantes mustios, si supieran que hay tantos y diferentes tipos de ellos y que van de acuerdo a la actividad a realizar: ropa interior deportiva, para que nada se mueva de su lugar; la de algodón para mayor frescura y comodidad; la sexy de encaje para la noche de pasión; la de varillas para levantar lo caído; los rellenos para llenar lo que siempre ha estado vacío; para juntar y/o separar; para que no se noten y también para los que queremos que sí se nos vean; ahhh y ya ni hablar de texturas, colores y sabores… mmhhh qué rico!!!!
Tortura No. 4 “La ropa”
Cómo nos fascina tener ropa, ohhh yesss!!!; que si esto combina con aquello: que si esto ya me lo vieron y no me lo voy a volver a poner; que si esta blusa es idéntica a la que trae la vecina…
Es tal la importancia que le damos a las garras que nos ponemos, que solemos probarnos no solo una o dos veces, sino hasta cuatro o cinco diferentes cambios, para que al final nos decidamos por ponernos la primera, jajaja. Y no lo nieguen mustiassss, que así somos de indecisas…
Tortura No. 5 “Los zapatos”
Éste, va junto con pegado con la tortura anterior… Somos adictas a las chanclas!!! Tenemos tantos zapatos, que parece que los coleccionamos: botas, tacones, tenis, sandalias, botas vaqueras, huaraches, zapatos cerrados, abiertos, destalonados, de correa y con cintas, pantunflas y hasta patas de gallo… ahhh!!!, pero todos de acuerdo a la temporada y al último grito de la moda.
Tortura No. 6 “El maquillaje”
En otras palabras “la hojalateada”, ajajaj que mal se oye, pero qué ayudadota nos damos, verdad chicas?
Veamos, primero una lavadita de cara, continuamos con una embarradita de base liquida, el corrector para aquellos ojos de mapache y para camuflajear el méndigo grano que nos acaba de salir; proseguimos con las sombras para los ojos adecuadas al color del atuendo elegido, rimel, rubor y por último el labial… ufff, le sigo?
Tortura No. 7 “El peinado”
Literalmente qué chinga lidiar con una greña que nada más no se acomoda!!! Que lo planchamos, lo enchinamos, que los tubos calientes para darle cuerpo y volumen…; que si suelto o agarrado con una coleta. Tanto rollo para que al final, nos pongamos una pinza y parezcamos plumero…
Pd1. Hermosos y considerados mustios míos, evítenos la pena de mandarlos a volar, cuando todavía tienen el inche descaro de preguntar: ¿pos qué tanto te hiciste que tardaste tanto?.... qué jijosss!!!!!!!!
Pd2. ¿Ritual, tortura, sacrificio, o simple vanidad?
Sepa la madre!!!… El que de verdad adolece, ante todo este proceso de embellecimiento, es mi pobre bolsillo que cada quincena aulla con todo lo que gasto!!!. Ni pex, la belleza cuesta o no?
Chaitooo.
7 Comments:
jajaja una vida de Torturas no Mustia? (es bueno ser Mustio)
aunque no vas a negar que ser Mustia tiene sus ventajas
Pues yo ya me ahorré la tortura de la cera caliente, con la depilación definitiva con láser, de verdad qué comodidad!
jajajajaja!! te falto el desodorante :)
no pues es que la membrecia tiene sus privilegios asi que ni modo mis estimadisimas mustias es el precio por ser mustias jejeje
saludos y pues si ayuda bastante esa manita de gato que dices jejeje
jejejeje.
valla valla, ya ke lo pones de ese modo...
ni madres estan de vanidosas, ke se aguanten!
si yase todo lo que tenemos por estar bellas ...........
Hummm, el commentbox decìa: "No te arrepentiràs..." y me arrepentì.
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