Locura…

Vacía y fría está la habitación donde solo habita mi eterna soledad.
Cae la noche, seductora señora vestida con miles de estrellas. Se percibe mágica y deliciosamente tentadora, perfecta hechicera para los apasionados amantes. Y yo aquí solitaria, respirando humedad y calor por toda mi piel deseando saciar estas ansiosas ganas de amarte, de tenerte, de poseerte. Concédeme esta noche e irrumpe amoroso mi intimidad. Despójame de estas ropas que mi cuerpo clama desnudez ante tu ardiente mirar. Y hagamos de esta noche un encuentro ocasional donde no recuerdes mi nombre. Sólo ámame y permíteme mitigar esta lujuria de ser tuya, solo esta noche, señora noche y morir junto a ti al despertar.